Graves acusaciones con poco fundamento contra Pablo González

Graves acusaciones con poco fundamento contra Pablo González

(berriak-news/Ingo Niebel) El portal agents.media vierte graves acusaciones contra el periodista Pablo González, preso en Polonia desde 2022. Se hace eco a la versión polaca del supuesto affaire de espionaje cuando la presión internacional sobre Varsovia aumenta.

Quince meses después de la detención del periodista freelance la fiscalía polaca aún no ha llevado el caso a juicio. En un Estado de derecho los casos de espionaje suelen ser los más fáciles de presentarlos ante juez. Como es sabido, una persona que se dedica al espionaje trabaja de forma clandestina. Eso implica que por lo general no se la detecta hasta que alguien la delate o ella misma cometa un grave error. Entonces, por lógica del Estado de derecho, en el momento de la detención ya ha de haber un mínimo de pruebas sin las cuales un juez no puede decretar el ingreso en prisión preventiva.

González, periodista preso sin derechos

En el caso de González, ciudadano de la UE con doble nacionalidad española y rusa, el asunto parece ser al revés: Primero el servicio polaco de contraespionaje le detuvo a finales de febrero de 2022 bajo la acusación de ser un espía ruso y desde entonces busca pruebas para poder imputarle. Hasta ahora cuenta con la colaboración del tribunal competente que ha denegado la puesta en libertad de González prolongando la prisión preventiva.

Dado que por un lado la fiscalía polaca sigue sin presentar pruebas sólidas y por otro continua la indefensión del ciudadano europeo ante esta grave situación que le priva de su libertad individual y del ejercicio de su profesión con el que mantiene una familia.

Aún así prevalece el silencio sobre el caso porque las élites políticas y mediáticas en la Unión Europea prefieren o ignorarlo o centrar su atención en el caso del periodista del Wall Street Journal, Evan Gershkovich. El servicio de contraespionaje ruso lo detuvo a finales de marzo. Moscú ha reaccionado al éco mediático del caso de Gershkovich, hablando del de González. A la propaganda rusa le viene de maravilla para desenmascarar la hipocresía de la UE respecto a la libertad de prensa y de la información.

Acusaciones de un medio anónimo

Ante este fondo han aparecido hoy graves acusaciones contra González. Las vierte un portal online agents.media. Se presenta como “independiente” de los medios (estatales) rusos. Sus textos aparecen exclusivamente en este idioma. La página no ofrece información alguna sobre el medio ni sobre sus periodistas. El dominio está registrado en Islandia, la identidad del propietario está protegida.

El artículo en cuestión se titula en ruso “Probable agente del GRU en el entorno de Zhanna Nemzova”. Las siglas se refieren al servicio de inteligencia militar de Rusia. Zhanna Nemzova es la hija de Boris Nemzov. En 2015, su padre, considerado un “crítico de Putin”, murió en un atentado en Moscú. Ella dirige la fundación que lleva su nombre.

En esta institución se encuentra una de las dos fuentes anónimas en las que agents.media basa su texto. La otra es un “conocido de la hija de Nemzov”. El artículo viene con tres fotos cuya procedencia no se revela. Con una abre la noticia. Muestra, supuestamente, a González en Crimea en marzo de 2014. En aquel mes Rusia anexionó la península que hasta entonces pertenecía a Ucrania. De manera subliminal la foto debe surgerir que González, con uniformados armados a sus espaldas, tenga que ver algo con ello.

La segunda imagen capta a González con gente de la fundación Nemzov. Según agents.media, la investigación polaca quiere construir otra acusación más contra el periodista, la de haber espiado a la fundación, según la fuente anónima que se ubica en dicha institución.

En la última foto, que debe datar de 2008, se ve, supuestamente, a González, vestiendo una camiseta con las siglas rusas CCCP (URSS) en Londres. A su lado se hallan, supuestamente, su padre, la madrastra y la hermanastra. agents.media no revela cómo ha accedido a estas fotos. Así surge la duda de si proceden del ordenador que, supuestamente, el contraespionaje polaco incautó al periodista cuando lo detuvo en 2022.

Objetivo: respaldar la posición polaca

El artículo quiere respaldar la acusación polaca de espionaje pero mete la pata cuando escribe: “La fuente no sabe a quién se enviaron los mensajes de González, pero fueron escritos como informes para los manejadores de González en los servicios de inteligencia.” (traducción parcial de deepL). Si la propia fuente dice desconocer quién era el destinatario, el resto de lo que dice es pura especulación.

Lo que sí deja claro es que toda información acusatoria en este artículo es de procedencia polaca cuando dice: “Por último, la investigación polaca encontró cartas de Boris Nemtsov en los gadgets de González (…)”. Es decir, el contraespionaje polaco controla la narrativa del texto. “Zhanna Nemtsova tampoco respondió a las preguntas de la Agencia, alegando un compromiso de confidencialidad contraído con las autoridades polacas”, sigue agents.media.

Ante este fondo la publicación en ruso aumenta la indefensión de González. El diario español El Mundo la ha aprovechado para saldar cuentas con el freelancer por una polémica surgida en 2014. Para ello reproduce las acusaciones de agents.media sin contrastarlas.

Recientemente, la Unió de Periodistes Valencians ha galardonado a González con el Premio Llibertat d’Expressió. Organizaciones internacionales, entre ellas Reporteros Sin Fronteras y Amnistía Internacional, respaldan al periodista denunciando su situación en régimen de aislamiento.

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