Iberoamericana (Frankfurt/Madrid): “Posición comprometida”

También la revista alemana de habla hispana “Iberoamericana” X, 38 (2010):263-265 reseñó el libro “Das Baskenland”.

Ingo Niebel es un historiador y periodista alemán. Escribe tanto para el diario alemán de izquierdas Junge Welt como para Gara, periódico vasco de tendencia abertzale. En su publicación reciente sobre el “País Vasco” trata de abordar la “historia y actualidad de un conflicto político”, es decir, el intenso y sangriento conflicto entre el movimiento nacionalista vasco y el Estado español que permanece sin solución hasta hoy en día.

En la primera parte (pp. 15-49) explica al lector la geografía del País Vasco, la particularidad del idioma euskera y el paisaje político de la zona. En la segunda parte (pp. 50-105) se dedica a contar la historia de la región y del nacionalismo vasco hasta que José María Aznar, en 1996, llegó a ser presidente del Gobierno español. En esas dos primeras partes del libro Niebel demuestra sus profundos conocimientos del tema, como en general el libro ofrece mucha información para el público alemán. A este objetivo sirve también el anexo con un glo- sario, una cronología y un mapa.

Para el lector más informado, es de más interés la tercera parte del libro, la más importante (pp. 106-233). Con ésta el autor tiene la intención de llenar el hueco que observa entre las últimas monografías sobre el País Vasco publicadas en alemán de Josef Lang y Michael Kasper (p. 8)*,que terminan su análisis a finales de los años ochenta, y los desarrollos después de esa fecha. La particularidad del libro con- siste en el punto de vista de Niebel que él mismo hace explícito en la introducción: “Yo comparto la aspiración de muchos vascos a que se reconozca la identidad nacional, la unidad territorial y el derecho de autodeterminación [del pueblo vasco]” (p. 10).

Esa posición comprometida le lleva a sostener una visión del conflicto bastante distinta de lo que viene leyéndose en lo que Niebel denomina “publicaciones del mainstream” (p. 10). Así, una de sus tesis nucleares es que fue el gobierno de Rodríguez Zapatero, y no ETA, el culpable del fracaso de las negociaciones de paz en la última legislatura al quebrar los acuerdos previos (p. 229). Es decir, el Estado español continuó persiguiendo a sus enemigos armados en vez de relajar la represión con- tra aquéllos como requisito para un proce- so de paz (pp. 130 y ss.). Es más, según Niebel, lo que experimenta el País Vasco en la actualidad es “un estado de excepción no declarado” (p. 191) con represión de manifestaciones, la prohibición de partidos y demás organizaciones nacionalistas vascas, tortura contra presuntos etarras presos y sentencias desmesuradas por parte de un tribunal especial político, la Audiencia Nacional (pp. 152 y ss.).

Son afirmaciones muy polémicas. No es aquí el lugar de discutirlas de modo amplio y, por eso, me limito a formular algunas consideraciones: aunque las fuerzas de seguridad españolas vengan alegando desde hace años que ETA se encuentra en una posición débil parece poco probable que se resuelva el conflicto por la vía policial. De ahí que suene convincente la opinión de Niebel, compartida en el año 2006 por el Parlamento Europeo en una resolución (p. 138), de que un conflicto político requiere una solución política. Sin embargo, el asunto es mucho más complicado de lo que él piensa.

En el caso poco probable de que todos se pongan de acuerdo en que el pueblo vasco tiene un derecho de autodeterminación (con todos los posibles desenlaces), quedaría la pregunta ¿qué es el pueblo vasco? Según Arnaldo Otegi, destacado político abertzale, un vasco es todo aquel individuo que vive y trabaja en Euskal Herria y que quiere ser vasco, es decir, que habla o aprende el euskera (p. 40). ¿Y los que no se autodefinen de esa manera pero que viven, por ejemplo, en Guipúzcoa, no votarían en un referéndum? Teniendo en cuenta el elevado número de habitantes castellanoparlantes en la región y los resultados de varias elecciones y encues- tas (pp. 192, 223), resulta obvio que no hay una mayoría por la independencia del País Vasco (además, quedaría el asunto muy problemático de qué se entiende por el territorio de este país).

Simpatizantes del movimiento nacionalista vasco como Ingo Niebel argumentan que, como cada pueblo tiene el derecho de autodeterminación, por lo menos debería tener lugar un referéndum algún día (pp. 219 y ss.). No hay lugar a dudas de que los partidos mayoritarios españoles están muy lejos de estar dispuestos a per- mitir ese camino (y ni hablar de Francia). Pero, y esta circunstancia minimiza Niebel sistemáticamente, la violencia brutal de ETA es un obstáculo enorme para cada solución política del conflicto. Si bien el autor lamenta los “errores” de ETA (p. 184), rechaza usar la expresión de terrorismo para la actuación de la guerrilla urbana (pp. 12 y ss.) y no va más allá de describir sus formas de violencia (pp. 184 y ss.). Así constata, por ejemplo: “Es un hecho que ETA fusila a periodistas y atenta contra medios de comunicación” (p. 214). Es decir, ETA ejerce violencia letal contra personas no armadas para imponer sus fines políticos. Esto, sin duda, no es otra cosa que una estrategia de terror.

Por lo tanto, el valor de la monografía sobre el País Vasco consiste menos en los resultados del análisis, sino que ofrece la oportunidad de entender el punto de vista de la izquierda abertzale y de aproximarse al conflicto desde su perspectiva. Esto pue- de llevar a preguntar también sobre la actuación del Estado español en el conflicto. Tanto organizaciones de derechos humanos como el enviado especial de la ONU, el finlandés Martin Scheinin, se mostraron muy preocupados por los reiterados relatos y acusaciones de que miembros de las fuerzas de seguridad españolas torturaban a presos abertzales, por el instrumento judicial de mantener a recién detenidos durante varios días incomunicados de sus abogados y otros familiares y por incriminar de forma excesiva a nacionalistas vascos en delitos de terrorismo.** Además, son dudosas las prohibiciones legales de formaciones políticas como Batasuna y Jarrai o de medios de comunicación como Egin y Egunkaria desde un punto de vista estrictamente democrático (pp. 122 ss., 207 ss.). Por lo menos, se puede poner en tela de juicio si ayudan a encontrar una solución política.
Alexandre Froidevaux

* Josef Lang: Das baskische Labyrinth. Unterdrückung und Widerstand in Euskadi. Frankfurt: Isp ?1988. Kasper, Michael: Baskische Geschichte in Grundzügen. Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft 1997. La segunda edición de la última obra (2008) cuenta con un artículo añadido de Walther L. Ber- necker de diez páginas dedicado a los aconte- cimientos políticos desde 1995.

** Véase, por ejemplo: <www.amnesty.de/jahres bericht/2009/spanien?destination=node%2 F3015>.

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